Se trata de un diminuto pez africano del género Nothobranchius que vive rápido y muere joven, ya que además de tener una esperanza de vida sorprendentemente breve es el vertebrado que más rápido alcanza la madurez sexual.
Los autores de la investigación, dada a conocer en la revista EvoDeo, explican que se trata de una adaptación extrema a una situación extrema: este pez vive en charcos temporales creados por las lluvias estaciones en África, de modo que no le queda otra que crecer y reproducirse rápidamente para poner sus huevos antes de que las aguas se sequen. Así, es capaz de aumentar el tamaño de su cuerpo en un 23% en un solo día. Y una especie, Nothocranchius kadleci, empieza a reproducirse cuando tiene solo 17 días de edad. Inmediatamente pone huevos que alcanzan la fase de eclosión en dos semanas, de manera que el tiempo entre una generación y la siguientes es de un mes, el mínimo conocido entre vertebrados.
Cuando los charcos se secan, los embriones latentes e inactivos pueden sobrevivir en el barro seco durante meses, hasta que vuelven las lluvias y el ciclo empieza otra vez "a toda pastilla".
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